Se trata de un libro que está compuesto por cuatro relatos o derrotas (como dice el autor):
- Si el corazón pensara dejaría de latir.
- manuscrito encontrado en el olvido.
- El idioma de los muertos.
- Los girasoles ciegos, (que lo tengo a la mitad).
Todas estas fascinantes historias transcurren en España, entre 1936 y 1942, que se trata quizá del período más duro de nuestra posguerra. Son historias independientes, pero con un hilo conductor que une a todas ellas.
De las cuatro partes de las que consta el libro, el segundo de los relatos me parece sobrecogedor. Narra la huida de un joven poeta hacia las montañas asturianas y va acompañado de su esposa embarazada. La muchacha da a luz y muere. Entonces, a manera de diario personal, el joven expresa su miedo y su impotencia ante la idea de no poder salvar a su hijo recién nacido. Un relato narrado de forma maravillosa y que no pasa desapercibido ante nadie.
No me parece que se trate de otro libro más que se suma a la moda de la posguerra, sino que nos enseña a superar esta época, como Carlos Piera comenta en la cita del comienzo: "Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido".